Las habitaciones estaban impecables, acogedoras y bien iluminadas. Mariano fue un anfitrión excepcional, organizando una cata de vinos donde compartimos risas y relatos con otros huéspedes, creando una experiencia única y memorables.

Mejorar el acceso al baño en la habitación.

El señorio de la serrezuela es un lugar encantador, decorado con mucho gusto. Tuvimos una experiencia genial en la cata de vinos, que fue inesperada y muy divertida. La habitación era increíble, con una cama extra grande y una bañera de hidromasaje. El personal, muy atento y educado, nos hizo sentir como en casa. Además, la relación calidad-precio es excelente.

lo recomiendo

Bodega y cata de vinos espectacular.

me quedé en una habitación que, por cierto, tenía una decoración ridículamente recargada y silla incómoda, ¡quien diseña esto! El desayuno fue una gran decepción, con bollería industrial y nada de zumo natural. casi escribí una buena reseña, pero no pude soportar que no me ofrecieron ni un pequeño gesto de cortesía, como una mejora de habitación.

El trato amable nos hizo sentir como en

casa, y desde el primer momento, la atención de Mariano fue excepcional. Las habitaciones son cómodas y están muy bien decoradas. Disfrutamos de la cena en el restaurante, aunque el wifi no funcionó muy bien durante nuestra estadía.

La cata de vinos fue una experiencia inolvidable.

En cuanto a la experiencia general, hubo varios detalles que realmente me frustraron. La decoración del lugar es recargada y poco acogedora, lo que me hizo sentir incómodo desde el principio. Además, el desayuno fue una gran decepción, ya que esperaba algo más auténtico y en su lugar recibí bollería industrial y zumos poco apetitosos. Para colmo, la atención de algunos miembros del personal no fue lo que esperábamos y no había un sentido de calidez en el servicio.

recomendaría este lugar for una aventura de fin de semana

acogedora habitación, excelente desayuno, cada detalle en el servicio es cuidado y destacado, especialmente la atención personalizada de Mariano y la oportunidad de disfrutar de una cata de vinos que hace de la experiencia algo único.

Todo fue como quería y necesitaba.

Esto es lo que destaca de verdad

A pesar de algunos detalles a mejorar, la encantadora atención del personal, junto con una propuesta culinaria que sorprende, hacen que la estancia sea única. La experiencia de la cata de vinos en la bodega es particularmente memorable y el entorno natural ofrece la tranquilidad ideal para desconectar del estrés diario.

La pasamos brutal, el lugar es muy especial y acogedor. La atención de los dueños, un amor. La comida deliciosa, sobre todo las hamburguesas. El único pero, el wifi se rajó un poco. Pero como dicen por ahí, lo bueno siempre deja huella.

La habitación era muy cómoda y amplia. Con una decoración interesante, llena de piezas antiguas que le daban un toque especial. Aunque estaba un poco llena de cosas, se sentía acogedora. La cama era súper cómoda, perfecto para descansar. Además, tener una cafetera en la habitación fue un gran detalle. En general, la limpieza y el ambiente eran más que agradables.

Ambiente acogedor y personal encantador. Cata de vinos muy divertida y deliciosa. Habitación cómoda, ideal para descansar. Desayuno casero y abundante, aunque el acceso al baño podría mejorar.

El jacuzzi en la habitación era increíble, pero el wifi en áreas públicas falló.

la atención de mariano fue top, siempre pendiente de todo. el lugar es súper tranquilo, ideal para desconectar. el desayuno riquísimo y la cata de vinos con picoteo en la bodega, un detallazo. cenamos unos platos buenísimos y a buen precio. la habitación estaba muy bien, decorada con buen gusto, y la cama súper cómoda.

el wifi no funcionó bien y la calefacción en el baño debería mejorar.